domingo, 2 de mayo de 2010

COLECCION SUPERSTICIONES - 2010

Rocío Martin observando a su entorno familiar, construye un árbol genealógico objetual que abarca tres generaciones iniciadas por sus abuelos. Son aquellos objetos que descubre en las casas de sus familiares y que el imaginario colectivo considera que atraen la suerte.

Destaca esta transmisión en la creencia mágica del poder misterioso, incomprensible, desconocido e hipotético en esa cosa material y concreta, que son los objetos, mascotas de la buena suerte, en el mundo esotérico.

Mascotas que en las sociedades primitivas eran talladas y erigidas como tótem, en una forma de culto a cambio de protección, y que en la actualidad se transmiten como un legado familiar.

Pequeñas figuras que, en una especie de comunión entre la costumbre y la superstición, van siendo dejadas en estantes, entre libros y portarretratos, en mesas de luz u otros rincones de la casa.

Figuras que hoy son rescatadas, aisladas y recuperadas en esta nueva colección de supersticiones.